El Bosque Nacional Gila arde sin control. Los expertos lo describen como el preludio de lo que puede ocurrir en el oeste de EEUU por el viento, la baja humedad y la yerba seca.
El fuego en el Bosque Nacional Gila se extendió de la noche a la mañana a más de 76.892 hectáreas, o casi 777 kilómetros cuadrados, en su avance errático por las cuestas pronunciadas y cubiertas de pinos, y por los cañones escarpados de la región.
Más de 1.200 bomberos fueron destacados cerca de la frontera con Arizona debido a que el fuego ha destruido decenas de cabañas y ocho dependencias, según informó la encargada de prensa de la delegación, Iris Estes.
De acuerdo con los expertos, la persistente sequía, el cambio climático y modificaciones al uso de la tierra y a las estrategias de extinción de incendios implican que otros estados occidentales posiblemente tendrán esta temporada fuegos gigantescos similares.
"Hemos estado en un ciclo largo de sequía en los últimos 20 años, y las condiciones son ahora muy propicias para este tipo de incendios", señaló Steve Pyne, autor del libro Tending Fire: Coping with America's Wildland Fires (Cuidando los incendios: enfrentando los incendios forestales en los Estados Unidos).
Pyne es profesor de ciencias de la vida en la Universidad del Estado de Arizona. "Todo está a la orden", señaló en referencia a los diversos factores que favorecen los incendios.
Diversas agencias en Nuevo México, Colorado, Arizona y otros estados occidentales aguardan lo peor debido a la magnitud del incendio.
0 comentarios:
Publicar un comentario