Miami hizo erupción con la aplastante victoria alcanzada el jueves por los Heat sobre el Thunder de Oklahoma City para conquistar su segundo campeonato ante de la NBA, con caravanas de aficionados que recorrían las principales avenidas de la ciudad y gritos de jubilo emanados desde los hogares y los locales comerciales donde el juego fue ávidamente seguido.
Fuegos artificiales se escucharon en algunos puntos de la ciudad minutos después que el reloj marcara el final del partido que ganó el equipo de Miami con una ventaja de 15 puntos, mientas que miles de personas comenzaron a congregarse en algunas de las más céntricas avenidas de la ciudad para festejar, haciendo sonar cacerolas y pitos.
Varias docenas de personas se congregaron en las afueras del emblemático restaurante Versalles, bandeando banderas del equipo, mientras gritaban: “Let’s go Heats, Let’s go Heats, Let’s go Heats”
Los gritos eran acompañados por cientos de vehículos que pasaban por el lugar y que manifestaban su alegría tocando las bocinas, mientras que una veintena de efectivos de la policía custodiaban el lugar.
Anicia Verdini llegó temprano al restaurante desde el Doral. “No podía mirar [el partido]. Me pongo nervioso cada vez”, dijo al explicar por qué no acompaño a su hijo, quien se encontraba en el estadio viendo el partido.